En un track day hay todo tipo de participantes, con diferentes clases y categorías de vehículos y diferentes motivaciones a la hora de utilizar el tiempo en pista.
Con respecto al vehículo, los hay que vienen con su nuevo super deportivo, otros vienen en el mismo coche en el que van a trabajar cada día, algunos en clásicos, incluso hay quienes utilizan los track days para probar vehículos de competición.
Motivaciones al igual que vehículos hay muchas, que van desde poder utilizar todo el potencial de una maquina sin tener que por ello estar poniendo en riesgo ni su seguridad ni la de otros, ni estar incurriendo en ningún delito, hasta buscar los límites de la maquina o de uno mismo en un desafío constante de lo mecánico y lo físico, lo electrónico y lo mental.
También la experiencia y la habilidad marcan diferencias entre unos y otros. Mientras algunos intentan conducir en circuito por primera vez, otros pueden ser avezados pilotos que incluso hayan participado en competición y entre ellos podemos encontrar un espléndido abanico de amantes del motor que con más o menos horas de vuelo y capacidad de llevar sus bólidos al límite, acuden al track day y se lanzan a dar vueltas al circuito.
Para que un track day sea posible todos y cada uno de estos diferentes tipos de participantes son necesarios. Y partiendo de la base de que todos tienen los mismos derechos y obligaciones, y de que todos ellos con su amplia variedad de habilidades, experiencia y maquinaria tienen que coexistir en el tiempo y el espacio, para que todo vaya bien es esencial que tengamos algunas reglas establecidas que faciliten la convivencia y es esencial que vosotros, los participantes las cumpláis.
Al final es responsabilidad del organizador que todas estas diferencias influyan lo mínimo posible en la jornada de los participantes, mediante la homogeneización de los grupos en pista, la oferta de instrucción, pero sobre todo, la información general y más concretamente, un briefing de pilotos que siendo breve, sea a la vez tan completo y extenso como sea necesario.
Aunque tal vez todo comienza mucho antes, con la selección de los participantes. Porque hasta ahora todo ha sido hablar de diferencias, pero está claro que para acabar el mismo día en el mismo circuito, en el mismo track day, algo han de tener en común.
Y lo cierto es que sí, y desde Trackrat hacemos mucho hincapié en que esos factores comunes sean pasión, amor por este deporte, competitividad, pero sobre todo, respeto. No importa el valor de los coches. Para cada uno de los participantes en uno de nuestros track days, su coche es su bien más preciado y su deseo es protegerlo tanto como a sí mismos por encima de cualquier otra meta.
La primera norma a cumplir en un track day es volver a casa enteros piloto y coche.
Para que todo vaya bien, cuando dos o más coches coinciden en pista hay que tener claro cómo actuar empezando por saber que en un adelantamiento es quien decide adelantar el primer responsable de lo que pase.
Los más rápidos han de tener paciencia y los menos rápidos voluntad de facilitar las cosas. Así nadie se pone nervioso. La norma es “Coche alcanzado coche adelantado”. Si miras por el retrovisor y nos ves a nadie, vuelves a mirar y hay un coche, viene más rápido que tú. Siempre que puedas, pónselo fácil, sobre todo sin movimientos bruscos o cambios de dirección inesperados. En todo esto es vital el uso de retrovisores e intermitentes, le indican que lo has visto y que vas a hacer, sin movimientos bruscos o cambios de dirección inesperados.
Intermitente a la derecha, me quedo en la derecha , pásame por la izquierda
Intermitente a la izquierda, me quedo en la izquierda , pásame por la derecha.
Al mismo tiempo el vehículo más rápido siempre debe tener en cuenta que si está alcanzando a otro y este otro no le indica nada, la responsabilidad es suya. Recordad que una sola mala decisión puede ser la diferencia entre el mejor y el peor día y últimamente hemos tenido un par de sustos que afortunadamente no han tenido consecuencias por haber entendido un piloto una pasada de frenada de otro como una cesión de paso.
Es evidente que hay mejores puntos que otros para las maniobras de adelantamiento, principalmente las rectas. La idea general es que usando este sistema y con la colaboración de todos, las cosas se hagan de la manera mejor y más segura y disfrutemos de un día de tráfico fluido, sin incidentes y con las menores interrupciones.